DÍAS RAROS...

Esta semana me está resultando bastante rara. Antes, solía ir a la biblioteca a estudiar, y aunque reconozco que allí aprovecho más el tiempo, llevo unos días que prefiero quedarme en casa. No sé el motivo, es como si sólo me apeteciese quedarme en mi cuarto, con mis apuntes, ejercicios, tests y demás... Creo que va por temporadas.
Por las mañana me cuesta bastante concentrarme para estudiar, se me pasa el tiempo volando, y no avanzo. Cuando me quiero dar cuenta, ya es mediodía. Por las tardes es distinto, si estoy de buenas, suelo estudiarme un tema entero; pero otras veces ando más "espesa", y opto por hacer ejercicios. Es una contradicción, la ley de Hacienda Pública es soporífera, pero los ejercicios son bastante entretenidos, dentro de lo que cabe... Creo que cuando la terminemos, empezaremos con la ley de Contratos. Me da un poco de miedo, porque mi preparador nos ha dicho que no hay por donde cogerla, así que a ver cómo nos llevamos la dichosa ley y yo.
Los jueves es el día que voy a clase, hoy estamos a miércoles noche y aún me falta por terminar un tema y hacer los ejercicios. Espero que mañana me dé tiempo a terminarlo. Recuerdo el primer día con el preparador: 4 horas de clase, escuchando conceptos rarísimos sobre economía (estudié arquitectura técnica, así que ya os podéis imaginar...), me sonaba todo a chino.
Me pasé casi toda la semana intentando descifrar qué decían los artículos, pero poco a poco la cosa ha ido mejorando. Aunque he de reconocer que el ritmo que llevamos (3 temas por semana) me está costando bastante seguirlo. Lo bueno es que tengo todo el día para estudiar (sí amigos, estoy en paro) pero por otro lado el dedicarme exclusivamente a las oposiciones también crea una presión añadida: tienes que aprobar sí o sí.
Volviendo al tema del principio, creo que debería volver a estudiar en la biblioteca. En casa estoy más cómoda, pero me distraigo más; a pesar de mis propósitos de no levantarme de la silla, al final casi siempre encuentro algún pretexto para "evadirme". Estar todo el día metida en casa no debe ser bueno... necesito arreglarme, salir de casa, aunque mi único contacto con el exterior sea el camino de mi casa a la biblio. La biblioteca dónde voy a estudiar es muy tranquila, no suele ir mucha gente, y me pilla cerca de casa. Lo único malo es que los viernes por la tarde está cerrada. Otro punto a favor de las bibliotecas es que de repente algún chico guapo te alegre, por lo menos, la vista. Es el eterno dilema del opositor: estudiar en casa o en la biblioteca.
En fin, no sé qué pasará mañana, no sé dónde estudiaré. Lo único que tengo claro, es que estudiaré.

Ciao!!!